Carlos Soria y el kirchnerismo (LVO 446)


El triunfo del Frente para la Victoria en Río Negro consagró a Carlos Soria como gobernador. Cabe decir que Soria es uno de los responsables políticos e ideológicos -junto con Eduardo Duhalde, Alfredo Atanasof, Jorge Matzkin, Jorge Vanossi, Carlos Ruckauf, Juan José Alvarez, Felipe Solá y el entonces ministro duhaldista Aníbal Fernández- de los asesinatos planificados de Maximiliano Kostequi y Darío Santillán en la Masacre de Puente Pueyrredon el 26 de junio del 2002.

Un reaccionario de pura cepa

Cuando Eduardo Duhalde se alzó con la presidencia, Carlos Soria fue nombrado jefe de la SIDE y desde ahí, mediante la infiltración de las asambleas piqueteras, promovió los informes que sustentaban que era necesario ponerle coto a los movimientos sociales en lucha mediante una represión aleccionadora. Las fuerzas de la Bonaerense, encabezadas por el comisario Alfredo Franchiotti, fueron el brazo ejecutor de un plan político que tenía por fin asestarle un golpe decisivo al movimiento piquetero para reforzar la autoridad de Duhalde en el poder. Por entonces el gobierno vivía una situación delicada, acosado por las movilizaciones que pedían el “que se vayan todos” y por la acción de los movimientos de trabajadores desocupados. La devaluación -que había licuado las deudas de los grandes grupos capitalistas locales y pulverizado los salarios de los trabajadores- empujaba a la mitad de la población a la pobreza y la indigencia. No está de más recordar que ante aquellos hechos Clarín devolvió las gentilezas de la licuación de las deudas titulando al otro día de los asesinatos “La crisis se cobró dos nuevas muertes”. Soria tuvo que renunciar a su cargo como consecuencia de la salida a luz del accionar criminal de la represión estatal y del movimiento popular que ganó las calles, lo que obligó a Duhalde a retirarse anticipadamente del poder.

Posteriormente se comprobó que durante la represión en Puente Pueyrredon, Franchiotti había recibido reiteradas llamadas desde la SIDE, lo que muestra la coordinación entre la policía y los servicios de inteligencia en el operativo.

Pero además, durante su papel como el “Señor 5” -nombre que en la jerga se le da al jefe de la SIDE- la actual presidenta CFK denunció a Soria por mandarla a espiar. A Soria se lo acusa también por encubrimiento en la causa AMIA, por su papel como presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Justicia y Juicio Político en sus tiempos de diputado menemista. Fue en ese entonces cuando además se opuso públicamente a los pedidos de extradición de los genocidas hacia España, que hizo el Juez Garzón, y al procesamiento por sustracción de menores contra Jorge Rafael Videla. Una perlita extra que lo pinta de cuerpo entero es que Carlos Soria solía cenar con el criminal de guerra nazi Erik Priebcke, responsable de la masacre de las fosas Ardeatinas durante la ocupación alemana de Italia.

La campaña electoral de Soria tuvo al tema de la seguridad como uno de sus ejes. Con el slogan “Hay que poner orden”, afirmaba que bajo su gobierno se perseguiría a los delincuentes y presentaba a la “mano dura” bajo el eufemismo de “mano firme al Estado de Derecho”.

(http://www.soria2011.com.ar/index.html). El problema es que la “mano firme” del Estado rionegrino tiene un brazo ejecutor que hace de la corrupción y el gatillo fácil una práctica cotidiana. Recordemos que la policía de Río Negro es responsable del asesinato del pibe de 15 años Diego Bonefoi, en Bariloche, en junio de 2010 lo que provocó una pueblada brutalmente reprimida por esta misma fuerza. Los uniformados rionegrinos pueden estar tranquilos, Soria fue quien reintegró a la Bonaerense a los cesanteados por causas penales cuando fue Ministro de Seguridad en la provincia de Buenos Aires, dando marcha atrás con las reformas de Arslanian después del caso Cabezas.

Las “potencias oscuras” del “proyecto nacional y popular”

En los festejos de la victoria de Soria estuvieron presentes Amado Bodou, Florencio Randazzo y Miguel Picheto en representación del gobierno nacional. Que este personaje nefasto encabece las listas del FPV sólo se explica por la existencia de un pacto de impunidad que permite que Soria -y los otros responsables de la Masacre de Avellaneda- se encuentren libres. Un verdadero golpe a los familiares de Kostequi y Santillan, a los movimientos sociales y de derechos humanos que luchan por el juicio y castigo de los responsables políticos e intelectuales del crimen de los compañeros.

El lamento de los progresistas K por los aliados indeseables de Cristina Fernández es pura chantada. Fue precisamente su papel cubriendo “por izquierda” al gobierno y celebrándolo como máximo defensor de los “derechos humanos” el que permitió el reciclaje de ex menemistas y duhaldistas en dirigentes del “proyecto nacional y popular”. La supuesta colonización del pejotismo por el kirchnerismo no fue otra cosa que su rendición ante los poderes fácticos del peronismo: los barones de las provincias, que como Insfrán en Formosa, asesinan a los Qom para entregar las reservas aborígenes a los terratenientes. Lo mismo puede decirse de Barrionuevo en Jujuy cuya policía asesina trabajadores sin techo para defender a la patronal genocida de los Blaquier; de los punteros de la mazorca bonaerense que, como Otacehé, apalearon (al igual que los Kirchner en Santa Cruz) a las asambleas populares de Merlo en 2002; de la burocracia sindical de los Moyano, del ex agente de inteligencia y entregador de activistas durante la dictadura Gerardo Martínez de la UOCRA, de la Unión Ferroviaria, donde se concentran los restos del pedracismo, responsables del crimen de Mariano Ferreyra; o de las diversas policías y fuerzas de represión que comparten los negocios mafiosos y el manejo territorial con los dirigentes pejotistas.

Lo único que colonizó el kirchnerismo fue a parte importante de los movimientos de derechos humanos, comenzando lamentablemente por la Asociación Madres de Plaza de Mayo de Hebe de Bonafini a la que terminó deslegitimando, haciéndola parte de la corrupción pública; y a los movimientos sociales que se transformaron en un engranaje de la administración clientelar de la pobreza por el Estado capitalista. Todos estos movimientos fueron utilizados a partir del 2003 para permitir que el gobierno kirchnerista contara con un manto de legitimidad original que no tenía debido a la enorme fragilidad que por entonces vivía el régimen político, o en 2008 convirtiéndose en fuerza de choque frente al lock out de las patronales agrarias para dibujar la resolución 125 como una gesta anti-oligárquica.

Sin embargo el cristinismo actual se plantea como superación de los aspectos populistas del kirchnerismo original, como fuerza institucional, como un bonapartismo de la caja cuya novedad son los arribistas de La Cámpora como burócratas del Estado burgués, y necesita cada vez menos de los viejos aliados sociales y hasta se da el lujo de ponerle un límite a las aspiraciones de los burócratas sindicales. CFK se presenta ante la burguesía como garante de sus intereses, ofreciéndoles la alianza profunda con las “potencias oscuras” que anidan en el pejotismo como garantía de orden. Los Soria, los Ishi y los Insfrán, junto a la Cámpora es lo que tiene por ofrecer el cristinismo. O dicho en las palabras de Soria: “Necesitamos que CFK sea presidenta el 23 de octubre, es el gran paraguas que nos cobija” (Página 12, 27/09). Mejor síntesis, imposible.

Totalmente a merced de los neutrinos (entrevista de P12 a Gaston Giribet, Dr. en Fisica, CONICET)


–Vamos a hablar de esta historia de los neutrinos, que está haciendo tanto ruido. En Italia, un laboratorio anunció que midió su velocidad y que encontró que es mayor que la de la luz.

–Bueno, sí. La verdad es que es un montón de ruido.

–Los neutrinos siempre fueron algo molestos. Cuando Pauli los descubrió en los años ’30, en realidad los postuló como una partícula teórica.

–Y tardaron como veinte años en pescarla.

–Y durante mucho tiempo se pensaba que no tenían masa, y ahora resulta que sí tienen masa. Y ahora resulta que se anunció, en el CERN, que los neutrinos viajan más rápido que la velocidad de la luz. Alguien dijo en Facebook que la crisis en Europa es tan fuerte que hasta los neutrinos violan la velocidad máxima.

–Aparentemente viajan 1 parte en 100 mil más rápido que la luz.

–¿Usted cree en eso?

–Yo creo que la actitud que prevalece es la cautela, y creo que es la actitud que debería prevalecer. Si me pregunta en lo personal, yo me inclinaría a pensar que debe haber alguna mala interpretación o algún error sistemático en el experimento. Pero también es cierto que es riesgoso decir eso: la tarde en que se anunció el descubrimiento yo vi la conferencia de prensa y la impresión que me dio es que los tipos tuvieron en cuenta todos los detalles.

–Hasta el movimiento de las placas y la gravedad de la Luna.

–Y tienen 16 mil eventos tomados en un par de años. Esto tiene una doble cuestión que habría que tener en cuenta. La primera es lo sorprendente, que es la cantidad de detalles y de cosas que tuvieron que tomar en cuenta. La segunda es que eso deja en evidencia la cantidad de detalles que se pudieron haber escapado.

–Hay partículas teóricas que se mueven más rápido que la luz: los taquiones.

–En realidad, se supone que los taquiones no existen. Se le pone ese nombre a la partícula hipotética que tendría la capacidad de ir más rápido que la velocidad de la luz (o sea, de tener masa imaginaria) y de generar inestabilización del vacío en torno de ellos mismos. No se comportarían como partículas, sino que decaerían a otras partículas normales. Básicamente, los taquiones no pueden existir como partículas. El problema fundamental que yo encuentro en la suposición de partículas que viajen más rápido que la luz es que está en tajante contradicción con lo que entendemos como causalidad. Tendría implicancias casi grotescas con lo que entendemos como causalidad.

–A ver…

–Vamos a poner un ejemplo. Sabemos desde 1905, fecha de formulación de la teoría de la relatividad, que no necesariamente lo que es simultáneo para un observador es simultáneo para otro. Pero lo que sí sigue ocurriendo en la física después de la teoría de la relatividad es que si un evento es causa de otro, lo será para cualquier observador. Un observador puede ver que un evento que es causa de otro ocurrió hace mucho tiempo, y otro observador, que ocurrió hace poco tiempo. Pero ambos lo verán antes del efecto que provoca ese evento. En este sentido, a pesar de la relativización del tiempo, la relación causal entre dos eventos se mantiene para todos los fenómenos. Ahora bien: si uno supone que una partícula puede llevar información desde la causa hasta el efecto a velocidad mayor que la de la luz, una excursión breve por las ecuaciones de la relatividad nos demostraría que no es cierto que dos observadores verían en todos los casos la causa antes del efecto. Y ésa es la razón por la cual esto está en tajante oposición con lo que entendemos como causalidad.

–Muchas veces las cosas que iban contra nuestras más firmes convicciones físicas o cosmológicas se derrumbaron. En el siglo XIX, sin ir más lejos, la creencia en el éter era una convicción que prácticamente nadie ponía en duda; nadie esperaba que se viniera abajo con el famoso experimento de Michaelson-Morley. Es muy excitante esto que está pasando.

–Porque uno podría jugar, aunque sea íntimamente, con la idea de que se está en la antesala de un cambio radical. Yo, de todos modos, insisto en que hay que ser cauteloso. Pero es cierto que si el trabajo es riguroso e intelectualmente honesto, es posible que muchos de nuestros presupuestos y preconceptos sean contradichos por la experiencia.

–Hay algo que me llama mucho la atención. Los neutrinos nos atraviesan de a millones en todo momento, y se sabe que son muy difíciles de pescar. ¿Cómo hicieron los científicos para manejarlos?

–Es cierto que los neutrinos son reacios a ser pescados, pero la forma de pescarlos es con detectores de placas. Es más o menos como pescar agua con un colador. Si bien la gran mayoría se escapa, siempre quedan algunas gotitas pegadas. Se hace a una profundidad enorme (a 1400 metros, en el medio de los Apeninos). Ahí se sabe que sólo llegan neutrinos; de todos los que pasan y atraviesan la montaña, que para los neutrinos es absolutamente transparente, se detecta una pequeñísima fracción. Pero al ser tantos los neutrinos que se generan allí, el colador queda mojado, por decirlo de alguna manera.

–Repasemos el experimento.

–El Supercolisionador (LHC) tira chorros de protones que chocan entre sí. Un producto de esos choques son los neutrinos, que tienen una propiedad notable: su poca capacidad de interactuar con la materia. Las paredes del acelerador son prácticamente transparentes para un neutrino. Los físicos, para no desaprovechar ese producto colateral que es la fuente de neutrinos, usan el haz y lo detectan a casi 730 kilómetros de distancia. Este truco de detectar los neutrinos que son el producto residual de las interacciones que se dan al interior del colisionador es bastante viejo. Los neutrinos viajan 730 kilómetros hasta Italia, donde son detectados. El detector está adentro del Gran Sasso, en el macizo de los Apeninos, enterrado a 1400 metros bajo tierra.

–Una de las cosas que ellos dijeron fue que la distancia esa de 730 kilómetros tenía un error de medición de más o menos 20 centímetros, que es muchísimo.

–Pero está dentro de la barra de errores, según dijeron. Hicieron un esfuerzo tremendo en medir el delay con una precisión abrumadora.

–E hicieron las correcciones relativistas, no solamente de velocidad, sino también de gravitación.

–Sí.

–Dicen, y parece ser, que tuvieron en cuenta todo.

–Sí. Yo, que soy teórico y no me dedico a la fenomenología ni a la experimentación, no dejo de estar sorprendido por la cantidad de detalles que tuvieron en cuenta. Pero, como le decía antes, eso deja ver la cantidad de detalles que se pueden estar escapando.

–Es muy difícil de creer esto.

–Sí.

–¿Y si fuera cierto?

–Y si fuera cierto… sería horrible. Yo, a diferencia de muchos de mis colegas, no comparto esa sensación de que es bueno no entender cosas en la física. Hay muchos físicos que tienen ese slogan: “Ojalá encontremos algo que no entendamos”. Pero desde chiquito mi intención es entender cómo funciona todo el mundo, y para mí sería desesperante que la relatividad no estuviera bien. Yo prefiero que la física sea la que entendamos.

–Pero la relatividad lo que tiene es que es una cosa de segundo orden y no de primer orden como lo es la gravedad newtoniana. ¿Y si esto fuera una cosa de tercer orden?

–Usted dice que la teoría de la relatividad podría ser una aproximación a una teoría más compleja.

–Sí.

–Y concuerdo con usted. Si este experimento es correcto, lo que está pasando es algo así, porque después de todo sabemos que la relatividad se ha mostrado correcta en todas las situaciones en las que se ha experimentado. Si comenzara a fallar, no se descartaría, sino que quedaría demostrado que es una gran teoría y una gran aproximación a otra teoría más compleja.

–O sea que ahora estamos a merced de los neutrinos.

–Que son, desde hace diez años, los destinados a darnos las sorpresas más grandes en el ámbito de la física.

Príncipe y plebeyo (Néstor Perlongher)


 

[«Por una política sexual» fue escrito durante la dictadura militar y distribuido por entonces de forma anónima y en fotocopia, se mantenía inédito. Extraido de elortiba.org. http://www.elortiba.org/perlongher.html#PRINCIPE_Y_PLEBEYO_%5D

Hemos sufrido mucho en estos largos años (y aún…) Dice Dante Panzeri que el sufrimiento es muy grande antes de llegar al goce. ¿Pero es que, en política, se está hablando de goce? Toda política es, también, una política de la sexualidad. En la Argentina militar, la política del Estado se ha dirigido a evitar la consumación –dificultar el «acto» sexual–. Así, hacer el amor ha dejado de ser un pecado para convertirse en un milagro.

 

Es cierto que esa represión explícita a la sexualidad –que ha llegado a censurar la mínima alusión erótica– se encastra en una densa tradición machista, machismo que muestra su poder castigando a los más débiles: las mujeres, los maricas, los niños.

 

Pero este machismo –moralismo que también afecta a los machos en sus andanzas extrafamiliares– no podría tal vez tan fácilmente vencer si no contase con el auxilio de la Policía.

 

La policía puede, en la Argentina, detener a cualquier persona por un plazo que oscila entre 2 y 7 días, con la excusa de «averiguación de antecedentes». Ese expediente ha sido usado siempre –y con mayor denuedo en los últimos años– para encarcelar, intimidar, ofender a millares de personas.

 

Peor aún es la situación de los menores de 18 años, que por el solo hecho de hallarse fuera de sus casas familiares, pueden ser internados en reformatorios, verdaderos campos de concentración de niños.

 

Los llamados edictos policiales –que no son exactamente leyes sino reglamentaciones internas de la policía– permiten detener a cualquier persona sospechosa de prostitución, homosexualidad, vagancia, ebriedad, etc., y recluirla sin intervención de la Justicia, en la cárcel ¡por plazos que oscilan entre los 30 días en Buenos Aires y los 90 en Córdoba!

 

Estas reglamentaciones no tienen nada que ver con el estado de sitio que padece el país. Los edictos policiales vigentes en Buenos Aires fueron introducidos bajo el gobierno de Perón en 1946. Un fallo de la Corte Suprema los declara inconstitucionales en 1957 porque no respetan el derecho de defensa. Pero eso no impide a Frondizi aplicarlos con saña, gracias a los servicios del comisario Margaride (jefe policial bajo las administraciones de Frondizi, Guido, Onganía, Perón), que adoraba allanar hoteles alojamiento, detener a parejas por besarse en los parques, organizar gigantescas razzias en subtes y cines en busca de vagos y perversos.

 

El régimen actual se ha preocupado por dictar edictos policiales en los lugares donde ellos no existían –como Mendoza y Córdoba–. El Código de Contravenciones dictado en Córdoba en 1980, no precisa para castigar «mujeres u homosexuales», otra prueba que…su permanencia en un lugar público. Basta sólo «frecuentar (es decir, charlar) con un menor, para ser encarcelado por tres meses. Se impone también la internación y cura forzosa del enfermo venéreo, extendiendo a los sifilíticos el tratamiento reservado a los «drogadictos» y a los locos. Estos temas sexuales nunca han tenido que ver con la política, porque la política suele ser un deseo de poder antes que de goce. Pero miles de hombres, mujeres y niños han sido molestados o secuestrados por la policía por no estar yendo «de la casa al trabajo y del trabajo a casa».

 

Claro que al que soporta los estandartes de la normalidad le resulta más fácil «eludir los patrulleros» que a quien no se los banca. Pero es la libertad de circulación y comunicación, amorosa, cotidiana, lo que estas prepotencias del poder cercenan.

 

La llamada «normalidad» se ha encargado de mostrar suficientemente en la Argentina lo doloroso de su fracaso. Si para mantener a los homosexuales fuera de las calles, es preciso llamar a la policía, entonces queda evidente que esa «normalidad» no funciona por «naturalidad» sino por el peso de las armas. Si la llamada «normalidad» precisa de la dictadura para sobrevivir, entonces revélase ella misma anómala (…)En este momento el lector abraza tiernamente a su esposa: yo no tengo, gracias a Dios, nada que ver con la homosexualidad. ¿Está usted seguro? ¿No será usted en su tibia normalidad, un cómplice complaciente de ese reiterado escarnio? Su miedo a la sexualidad ¿no tendría que ver con la represión moral que familias y policías inculcan desde pequeño?

 

Nos parece genial que cada cual haga lo que quiera con su cuerpo. Reprimir a la homosexualidad le agrega a esa práctica erótica un encanto subversivo del que ella, naturalmente, carece. Pero que el goce pase por la tortura, la humillación y el secuestro, ya nos parece excesivo. «Hasta la perversión –decía el Marqués de Sade– exige cierto orden.»

 

Si usted acostumbra dejar su sexualidad en manos de la policía, es lógico que le va a acabar gustando. De ser así, entonces esto «no se va a acabar».

 

–Derogación de los edictos policiales que reprimen la prostitución, la homosexualidad, la vagancia, la «ebriedad y otras intoxicaciones», etc.

 

–Fin de la «averiguación de antecedentes».

 

–Abolición de la censura.

 

–Libre circulación para menores, putas, taxiboys, travestis, homosexuales, hombre y mujeres en general…

 

Deseamos que esas demandas sean levantadas en todos los lugares: familias, partidos, grupos, bares, calles, instituciones, medios, etc. No precisamos de la policía para saber cómo comportarnos. Nuestra cotidianidad es un problema nuestro. Aprovechemos el momentáneo «repliegue» del régimen para acabar también con el autoritarismo y la prepotencia del poder.

 

Un beso.

 

 


Soberanía en Malvinas para la tribuna, negociados para las multinacionales (LVO 445)


Mientras en la asamblea de las Naciones Unidas Cristina Fernández hablaba contra los “estragos” de la “especulación financiera” y de la “soberanía en Malvinas”, horas antes de su discurso, se había reunido con los ejecutivos de las firmas americanas ExxonMobil y AES para anunciar una inversión en áreas de gas, petróleo y electricidad por 800 millones de dólares. Desde la tapa del New York Times festejaban la entrega de la exploración del yacimiento de petróleo liviano en Vaca Muerta, en Neuquén, a los pulpos extranjeros. El negociado es uno más de los que en esa provincia realizan las multinacionales petroleras donde reina impunemente la Repsol. Otra muestra de que el camino de CFK es continuar con la entrega de los recursos energéticos a los pulpos imperialistas.

En su oratoria Cristina Kirchner se sumó al pedido de que la ONU reconozca como miembro pleno al Estado Palestino, con el argumento de que si esto no se hacía se le estaba dando una “coartada” a los “terroristas”. Es decir, que la presidenta se opuso a Barak Obama, pero para ceder a su ideología reaccionaria, como si no fuese EE.UU. el mayor Estado terrorista del mundo. Pero no fueron sólo palabras, las concesiones a EE.UU., otra vez exigió a Irán que permita el juzgamiento de los presuntos autores del atentado a la AMIA en un Tribunal internacional reunido en un país “neutral”. Recordemos que la incriminación de la República Islámica de Irán fue impuesta por George Bush y los organismos de inteligencia estadounidenses como parte de la agenda guerrerista norteamericana que hoy continúa de la mano del actual presidente de la Casa Blanca.

La UIA y Moyano

Mientras en EE.UU. se preparaba este negociado para los pulpos extranjeros, en nuestro país, Ignacio De Mendiguren de la UIA, exigía una reunión a Hugo Moyano de la CGT para consensuar un tope al salario en las próximas paritarias. Preocupados por los posibles efectos de la crisis económica mundial en su rentabilidad, lo primero que piensan es en bajar el salario a los trabajadores. Otra de sus preocupaciones es la “conflictividad”, según concluye una encuesta realizada a empresarios, dada a conocer en el reciente megaevento patronal en el que participaron Scioli y Débora Giorgi, en la provincia de Buenos Aires. Los capos de la burocracia sindical ya dan señales positivas a estas exigencias. Lo acaba de decir Pablo Moyano: son tiempos de “diálogo” y no de “ir al choque”.

El gobierno, por su parte, viene dando sobradas muestras de que quiere establecer un marco de “paz social” acorde a los dictados patronales. El éxito de la probable próxima gestión de CFK estará medido por su capacidad de mantener el orden en las calles y la continuidad de la producción a fin de permitirle a los capitalistas mantener su alta rentabilidad en un escenario de crisis económica que tarde o temprano terminará impactando en la Argentina.

Una dura lucha obrera

El paro de los trabajadores de la línea de colectivos 60 ha vuelto a mostrar la fuerza que tienen los trabajadores pero también ha señalado a la “Santa Alianza” de patrones, burócratas y Estado que hay que enfrentar. Los trabajadores de la 60, apelando a sus organizaciones de base y a sus métodos de lucha, han mostrado el poder de quienes manejan el transporte, y paralizaron, en este caso, parte importante de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano. Esta línea de colectivos es emblemática ya que transporta 300 mil pasajeros y es ahí donde hace más de 7 años se viene gestando una experiencia de organización y lucha, que es parte del “sindicalismo de base”. Los trabajadores reclaman cobrar la totalidad de sus salarios, que se les reconozca el cuerpo de delegados y echar a la patota de la UTA. La respuesta ha sido la comunión de burócratas y empresarios que enviaron una patota protegida por la policía y que fue repelida por los propios trabajadores (ver nota en página 3).

Los discursos que CFK repite una y otra vez contra la acción directa son el manto de legitimidad en cual se apoya esta “santa alianza” que utiliza las patotas –al igual que Pedraza contra los tercerizados ferroviarios- para acallar a los que luchan. ¿Qué cambio hubo en la UGOFE cuando en su directorio siguen conviviendo funcionarios gubernamentales y burócratas de la Unión Ferroviaria responsables políticos del crimen de Mariano Ferreyra? En Jujuy el gobernador K Barrionuevo utiliza a su policía para asesinar a trabajadores sin techo en defensa del mismo genocida del apagón de la dictadura, Carlos Blaquier, el empresario que Cristina subsidia y acoge en Tecnópolis.

Frente de Izquierda

El Frente de Izquierda y de los Trabajadores se presenta como la única opción de independencia política de los explotados que denuncia el carácter fraudulento del proyecto “nacional y popular” del gobierno y de la centroizquierda sojera de Hermes Binner. Su campaña está orientada a denunciar la precarización laboral, a la burocracia sindical y llama, entre otras medidas, a pelear para recuperar los sindicatos como organizaciones de lucha y por una alternativa política de los trabajadores. El Frente plantea a sus más de 500.000 votantes en las primarias de agosto y a toda la vanguardia luchadora el objetivo de conquistar bancas obreras y socialistas en los comicios de octubre. Una tribuna parlamentaria sería un instrumento importante para denunciar a esta democracia para ricos y para promover la lucha de clases de los trabajadores y el pueblo pobre por sus demandas. El PTS considera que, más allá de los ritmos, los próximos escenarios que abrirá en nuestro país la crisis capitalista mundial, crearán brechas entre los de arriba que permitirán avanzar en la construcción de una herramienta que exprese la independencia política de los trabajadores, un partido de los trabajadores basado en sus organizaciones de lucha. En ese sentido, hemos llamado desde este periódico a quienes integran el Frente de Izquierda a promover todo paso adelante, en los sindicatos, comisiones internas y cuerpos de delegados, sacando las lecciones de cada pelea contra las patronales, la burocracia y el gobierno, para sembrar la idea de conquistar una organización política propia de los explotados. El PTS plantea esta política como parte de la lucha por construir un gran partido revolucionario e internacionalista de la clase trabajadora para vencer a los capitalistas.

Recuadro:

El poder real que el kirchnerismo disimula

El peronismo ejerce el poder a través de un entramado constituido por el aparato de los “barones” del PJ de las provincias y los caciques territoriales del conurbano bonaerense, la burocracia sindical que actúa de policía interna del movimiento obrero, y las fuerzas policiales y de seguridad del Estado burgués, que cumplen la función coercitiva y de control social, que por su crisis, producto del genocidio y la derrota de Malvinas, no pueden cumplir las FF.AA.

Sean las que sean las coaliciones políticas coyunturales que ejerza un gobierno peronista este es el poder real sobre el que se sustenta como partido de la contención del movimiento de masas. El kirchnerismo, más allá de lo que sus seguidores intelectuales llaman “la batalla por el relato”, siempre se apoyó en estos poderes fácticos para gobernar. Una fuerza capaz de contener mediante la corrupción de los dirigentes populares y la represión directa –policial- o tercerizada –las patotas- los embates de los trabajadores y el pueblo pobre.

Este aparato, más allá de los cambios que hubo en su personal político, subsiste desde las épocas del terror de las Tres A, cuando las bandas de la derecha peronista acompañadas por la burocracia sindical golpeaban a la vanguardia obrera y juvenil, clasista y de izquierda, después del Cordobazo. Esos poderes son los mismos que acompañaron a Menem en la aplicación de los planes neoliberales que arrasaron las conquistas obreras y el que apoyó a Duhalde cuando enfrentó al movimiento social emergente que reclamaba “que se vayan todos” a partir de diciembre de 2001, y que perpetró la masacre de Puente Pueyrredon cuando cayeron Kostequi y Santillán. Es el mismo aparato que usaron los Kirchner en Santa Cruz contra las asambleas populares y que siguen usando hoy contra los docentes y petroleros que ganan la calle como Oñate y Acosta que siguen presos. El asesinato de Mariano Ferreyra, durante el gobierno de Cristina, por tomar solo un ejemplo, mostró la asociación ilícita entre la burocracia de la Unión Ferroviaria, la Policía Federal que garantizó la zona liberada y los funcionarios oficiales de la UGOFE que dieron vía libre al ataque a los trabajadores tercerizados.

El aparato territorial y sindical del peronismo y las fuerzas policiales son un verdadero poder paralelo, un Estado dentro del Estado, que maneja innumerables recursos provenientes de las arcas públicas y de los negocios mafiosos que le permite imponer condiciones y manejarse con relativa autonomía del poder ejecutivo de turno.

En 2003 el gobierno de Néstor Kirchner debió recurrir a la mascarada “nacional y popular” y a la cooptación de los movimientos sociales y de derechos humanos para disimular su verdadera base de apoyo. Pero no es casual que el fallecido ex presidente haya dedicado tanto empeño en controlar el aparato del PJ y cultivar su alianza con la dirigencia de la CGT. No fue en vano. Cuando el gobierno perdió la pulseada del 2008 con las patronales agrarias estas fuerzas fueron quienes salieron a sostenerlo y permitieron que pasara sin grandes sobresaltos sociales, los primeros embates de la crisis económica mundial durante el 2009.

El cristinismo a través del manejo férreo y discrecional de los recursos públicos se ha garantizado el apoyo y la “lealtad” de este aparato e intenta utilizarlo no sólo como instrumento para ganar las elecciones sino como fuerza de contención y disciplinamiento de la clase trabajadora y el pueblo pobre, y para atacar a los sectores de vanguardia. El manejo clientelar por los punteros de la Asignación Universal por Hijo y de la asistencia social, el sostén de la burocracia sindical mediante el reparto de los recursos millonarios de las obras sociales y la negativa a reconocer a los dirigentes y a las organizaciones de base legítimas de los trabajadores son las formas con las cuales el peronismo, bajo conducción cristinista, cumple su función de retén de los explotados y garantes del orden social capitalista.

R.W y F.A

Ragendorfer: «Plantar testigos y encarcelar una banda es de manual para la Bonaerense» (Perfil.com)


El periodista Ricardo Ragendorfer analizó el caso Candela. |

El caso de Candela Rodríguez, la niña de 11 años secuestrada y asesinada se convirtió en causa nacional.La presión de la opinión pública, más los pedidos de justicia inmediata por parte de la sociedad hicieron que la policía Bonaerense actúe con rapidez. Pero el interrogante vuelve a ser cuán efectiva fue la investigación judicial y el accionar de las fuerzas policiales. Para Ricardo Ragendorfer, periodista especializado en la policía de Buenos Aires, hay varias dudas sobre las versiones oficiales.

«Es evidente que desde el comienzo mismo del caso los investigadores tenían la certeza de que se trataba de un secuestro extorisvo», dijo a Perfil.com el autor de La Bonaerense, sobre la corrupción de la policía provincial en los ’90.
Ragendorfer opinó que «se desprende del hecho que después de la detención de (Hugo) Bermúdez y con el propósito de instalar en la opinión pública su responsabilidad en el hecho, se exhumó del secreto que hubo una llamada telefónica entre su celular y el celular con el cual el 23 de agosto se efectuó llamó a la casa de Candela en donde sus secuestradores le ofrecieron a la madre la prueba de vida, en consecuencia, desde ese mismo monento la policía sabía de que se trataba»

Perfil.com: – ¿Porqué no se dio a conocer esa llamada en ese momento?

Ragendorfer: – Se puede decir que no quisieron malograr la investigación que estaban haciendo. Pero ese marco usaron 1600 policías para allanar prostíbulos, armaron un tinglado mediático propio de la búsqueda de una persona perdida.

– Usted en 360TV habló con el fiscal general de Morón, Federico Nievas Woodgate quien le dijo que el fiscal Marcelo Tavolaro nunca escuchó la grabación de la amenaza

– Yo le pregunté si los investigadores o fiscales rastrearon esa llamada que se dio cuando la nena aún estaba con vida. «El fiscal se enteró por televisión», me dijo. En ese momento mi hipótesis era que estaban haciendo con los secuestradores una negociación paralela. Ellos (por la policía) pensaban que tenían una operación controlada.

– Y ahí comenzaron las detenciones.

– Primero se habló de un ADN lo cual es muy incierto. Yo no tengo medios ni recursos informativos o químicos para cotejar ese ADN, que nunca se mostró por otra parte. Me da la impresión de que hubo muy poco tiempo entre el hallazgo del cuerpo de la nena y el cotejo de ADN. Por otro lado hasta cuando se allanó por primera vez la casa se dijo que el arroz con pollo que estaba en la mesa era el mismo que el del estómago de la nena, cuando los análisis esos no se habían realizado.
Yo no descarto que los detenidos tengan que ver con el caso pero da la impresión que todo el conocimiento que tenían de estas personas no fue fruto de una investigación normal, sino una negociación por debajo de las cuerdas con ellos mismos. En consecuencia tenían que contrsuitr un andamiaje como para mostrar ante la opinión pública que tenían pruebas. Fue extraño que justo aparezca el testigo de identidad reservada. Se convirtió en horas en un personaje público.

– ¿Qué entidad se le puede dar a un testigo de esas características?

– Ninguno, pero uno se pregunta como aparece. Dio la impresión de que fue plantado por la policía.

– ¿Hay conexiones policiales en el caso?

– Yo no creo que haya policías implicados con el secuestro de la nena. Es indudable que entre los delitos que tiene la policía están la droga y los piratas del asfalto, lo cual no dice que apañen a uno de sus socios. Eso igualmente revela el conocimiento de quien es quien. La delincuencia tiene relación con la policía entonces se hizo una investigacion en el cual se usó ese vínculo secreto. Los uniformados conocían a todos estos tipos. El problema es como transformar el modo en que llegaron a la conclusión de todo esto que fue a través de esa relación secreta de la policía con ellos, para hacer que sea una investigacion real y creíble.

– ¿Cree que lo lograron?

– La investigación tiene puntos obscuros pero puede darse que esta gente sea inocente, como puede darse que estén implicados con el hecho. Si no tienen nada que ver sería escándaloso. Pero la plantación de testigos y meter una banda es casi de manual para la Bonaerense.

Cómplices involuntarios. Ni bien Carola Labrador salió a exigir la liberación de su hija, los medios de comunicación transformaron el hecho en una causa nacional. Los diarios, radios, televisión y Internet y redes sociales pidieron su aparción con vida. La Red Solidaria inclusive realizó «48 horas por Candela» donde famosos recibían datos por teléfono. La movida mediática duró hasta que la nena apareció muerta. Para Ragendorfer, los medios «fueron parte de la estrategia policial»

«Más allá del instinto periodístico de vampirizar una historia, fueron usados por la cana. Hicieron más de lo que la policía les pedía. Les tiraban migajas y esas eran convertidas en exclusivas. Pero una exclusiva que duraba 15 minutos», señaló el periodista. «El climax de eso fue el call center de la Red Solidaria. Pero eso terminó ejerciendo presión sobre la familia y la propia investigación y, lo más terrible, los secuestradores. Acá la prensa fue una parte vergonzosa»

(*) de la redacción de Perfil.com.

¿Nunca menos? (LVO 444)


La tragedia de Flores el pasado 13 de septiembre desnudó brutalmente la falta de inversión en el Sarmiento, algo que se repite en cualquier ramal del ferrocarril. Las escenas que todos pudimos ver fueron desgarradoras. Desde estas páginas expresamos nuestras más profundas condolencias a los familiares de las víctimas.

Pero también queremos señalar a los culpables. Ni el gobierno de la Alianza, ni el de Néstor Kirchner, ni el de Cristina, ni los gobiernos de la Ciudad de Buenos Aires, sea el de Aníbal Ibarra, Jorge Telerman o Mauricio Macri realizaron las obras de soterramiento necesarias. Ni siquiera fueron capaces de arreglar la barrera de la estación de Flores, para evitar las muertes del pueblo trabajador. La razón de fondo, es la desidia de quienes gobiernan al servicio de los capitalistas. Su prioridad nunca es la vida de quienes colman los colectivos y los trenes. En todos estos años las obras jamás se concretaron porque siempre prefirieron poner la plata para pagar la deuda externa o subsidiar puntualmente a las patronales, que lejos de invertir lo que hacen es engordar sus bolsillos. Mientras CFK se pavonea desde Tecnópolis destacando el crecimiento económico y los avances tecnológicos, lo sucedido en Flores viene a recordar que este gobierno mantiene el mismo sistema ferroviario, desguazado desde las privatizaciones. ¿Esta es la “industrialización diversificada con inclusión social” que promete la Presidenta? En los ferrocarriles lo que existe son problemas de infraestructura, falta de mantenimiento en vías y en el sistema de señales, negociados con la compra de vagones, desinversión y carencia de personal: el Estado y los concesionarios crean todas y cada una de las condiciones para que ocurran los Cromañones ferroviarios. Y ya hubo varios. Como dicen los compañeros ferroviarios de la Agrupación Bordó desde las bases: para terminar con las muertes y el pésimo servicio, hay que echar a los concesionarios y reestatizar los ferrocarriles en un plan único de mejoramiento integral, para ponerlos bajo control de trabajadores y usuarios, los únicos interesados en mejorar el transporte público (ver página 3).

Lo que viene

Distintos medios de prensa dejaron transcender que Amado Boudou se habría reunido con sectores empresarios para decirles que el gobierno quiere en las próximas paritarias un aumento salarial que oscile entre el 14 y el 18% (un fuerte recorte a los niveles actuales del 25 y 28%), un incremento de las tarifas (a fin de recortar subsidios), lo que se suma al pago de la deuda fraudulenta al Club de París y la búsqueda de fondos para el Estado a través del crédito externo. Habrá que ver si estos anuncios son sólo señales electorales para seguir ganando adeptos entre las patronales. El elegido para la cartera de Economía sería un hombre de Boudou, el actual secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, pero también estarían otros en carrera, como la presidenta del Banco Central, Mercedes Marco Del Pont o el viceministro de Economía, Roberto Feletti.

Si los nuevos objetivos proclamados desde Tecnópolis vienen de la mano de medidas como las que propone Boudou y el kirchnerismo embiste de frente al movimiento de masas y a los sindicatos, provocará una resistencia generalizada. Si por el contrario, lo que busca el gobierno es seguir como hasta ahora pero endureciendo gradualmente sus objetivos, la lucha de clases planteará duros combates por sector. Es cierto que cuentan a su favor con la subordinación de Hugo Moyano y Hugo Yasky patentada en la última reunión del Consejo del Salario. Pero si, como venimos diciendo desde estas páginas, los trabajadores votaron a CFK teniendo ilusiones en el “nunca menos”, será difícil que los ánimos se contengan cuando se prepara un ataque a sus condiciones de vida y el “nunca menos” sea sólo demagogia. El conflicto de FATE donde la dirigencia del gremio de Neumático, enrolada en la CTA de Yasky firmó un magro 26% de aumento en una de las empresas que más punta hacen en ganancias, es una muestra de la subordinación de la burocracia sindical. Pero también es un ejemplo que los trabajadores se hayan rebelado contra esa prepotencia patronal avalada por los dirigentes (ver contratapa).

El violento ataque de CFK a los trabajadores del Subte cuando realizaban medidas de fuerza en defensa de su salud y las condiciones laborales es otro adelanto de hacia dónde apunta un nuevo mandato de Cristina Fernández: golpear a los luchadores, al sindicalismo de base, para desprestigiarlo y por esa vía fortalecer a los burócratas vendidos, para reducir a su mínima expresión la resistencia obrera y popular. Como ya es costumbre brillaron por su ausencia las críticas a la Presidenta por parte de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, de los movimientos sociales y los intelectuales de Carta Abierta. Están completamente cooptados por un gobierno que el lugar que les reserva es el de figuras decorativas, despojadas hasta de su valor simbólico como referentes de los movimientos populares.

A diferencia del gobierno de Néstor Kirchner, el cristinismo es una especie de “bonapartismo de la caja” pero sin los rasgos “populistas” en el discurso y que ya le está restando peso a los organismos de DD.HH. y a los sindicatos. Mientras continúa acordando con los barones del Conurbano y los gobernadores, la presidenta intenta montar su propia fuerza, basada en una burocracia del Estado burgués que discipline a las distintas camarillas del peronismo político y sindical. Este proyecto ya está dejando heridos en todas partes y será extremadamente más débil para enfrentar un escenario de conflictividad social y política.

Los desafíos de la izquierda

El Frente de Izquierda y de los Trabajadores realizará el 15 de septiembre una conferencia de prensa en la Ciudad de Buenos Aires para relanzar la campaña de cara a las elecciones de octubre. Queremos poner en el centro de la atención de millones la defensa de nuestro programa de lucha y el importante significado que tendría la conquista de bancas obreras y socialistas. Para desde esa tribuna apoyar e impulsar la movilización y la organización obrera para la lucha de clases, por la independencia política de la clase trabajadora, en oposición a la demagogia “nacional y popular” del kirchnerismo, la derecha de Duhalde, Alfonsín y De Narváez y el centroizquierdismo de Binner.

Desde el PTS damos esta pelea en la perspectiva de construir un partido revolucionario para vencer a los capitalistas. Un partido internacionalista que se construya en nuestro país como parte de la lucha por reconstruir el partido mundial de la revolución socialista, la IV Internacional. Esta batalla la estamos dando en distintos países de Latinoamérica y Europa con los compañeros de la Fracción Trotskista-Cuarta Internacional, como ahora en Chile, donde los estudiantes se han rebelado contra el gobierno derechista de Piñera. Interviniendo audazmente en la lucha de clases pero también levantando un programa alternativo a las trampas de quienes están al frente de las organizaciones juveniles como el Partido Comunista (ver páginas 12 y 13).

Sabemos que millones de trabajadores tienen la ilusión de que van a mantener sus derechos apoyando al kirchnerismo. Pero existe una pequeña aunque significativa minoría, parte de los 527.000 votos que obtuvo el Frente de Izquierda en las primarias, que se organiza en los lugares de trabajo adoptando una posición de independencia política de los bandos capitalistas. Este sector es muy valioso porque se desarrolla en un mar de conservadurismo y consumismo, ha hecho una experiencia con la burocracia sindical y con los aspectos abiertamente reaccionarios del kirchnerismo como su complicidad con las patronales, la represión en Jujuy o en el Parque Indoamericano, las alianzas con la derecha peronista, o la subordinación al imperialismo norteamericano. Esta experiencia tenderá a extenderse a sectores más amplios. Las masas trabajadoras no son homogéneas. Muchos votan al kirchnerismo con una sana desconfianza, sin “enamorarse”. Para dialogar con estos sectores promovemos todo paso adelante en sembrar la idea de conquistar una organización política propia de los explotados, un partido de trabajadores basado en las propias organizaciones de lucha, una herramienta política para pelear por el programa que levantamos en respuesta a las necesidades de los trabajadores, el pueblo pobre y la juventud. Hemos llamado, en varias oportunidades, a la izquierda obrera y socialista a luchar por esta perspectiva en los sindicatos, comisiones internas y cuerpos de delegados, sacando las lecciones de cada pelea contra las patronales, la burocracia y el gobierno. Sería un paso adelante que el Frente de Izquierda, tome como propio el desafío de construir corrientes en los sindicatos que luchen por esta salida.